Como buena adoradora de animales,
no me sorprende en absoluto que se hable a este respecto. Desde pequeña he
tenido la fortuna de convivir con distintas especies pues en mi familia
llegamos a tener desde los tradicionales perros hasta changos, chivos y
pavorreales. Claro que cada uno tiene su personalidad y también llega a adoptar
patrones de conducta de sus dueños (a los que reconocen como tales, que no es
lo mismo que todos con los que habitan).
Independientemente
de lo interesante que sería estudiar la personalidad de ciertos animalitos para
compararla con la de los humanos creo que existe un niño muy explotado en los
Estados Unidos y no tanto en México. Me refiero a los amantes de ciertas
especies como perros, gatos, etc. Existen personas que los incluyen no sólo
como una mascota sino como un miembro más de la familia, en ocasiones el único
o el más importante. Me parece que la cantidad de productos y servicios que se
les pueden ofrecer son enormes si sabemos qué tendencias marcan sus
preferencias, estilos de vida, percepciones, etc.
Ahora bien,
considero que pese a lo similar que resulte el comportamiento de determinadas
especies respecto de los seres humanos, lo ideal es estudiar a la fuente
directa. Pero no sólo eso, considero que este tipo de análisis e
investigaciones se deben realizar con mucha cautela. Me parece que el objetivo
es conocer mejor a los seres humanos para poder ofrecerles una mejor calidad de
vida y no utilizarlos para cumplir con propósitos económicos. Triste será el
día en que científicos tengan tan descifrados a los seres humanos como para
“condicionar” de alguna manera su comportamiento pues ello significaría la
pérdida de nuestro libre albedrío, una parte fundamental de nuestra condición
humana.
Finalmente, no
quiero ser pesimista, creo que toda investigación podría resultar en beneficios
enormes para la sociedad. El conocer los patrones de personalidad de ciertas
especies podría ayudar a una mayor satisfacción de nuestros clientes, a
entenderlos mejor. Si nosotros utilizamos este conocimiento con vistas a un
mayor y mejor contacto humano, a generar una mayor empatía, a disminuir
angustias, presiones, etc. ello podría resultar en una utilidad social muy
grande. Quién sabe, incluso podría ayudar a disminuir problemas como la
violencia, delincuencia, desconfianza, etc. Como toda herramienta, la investigación
será fructífera dependiendo del uso que se le dé.
Bibliografía
Animales con personalidad. (s.f.).
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