No por ser adultos tenemos siempre una mejor comprensión de nuestro prójimo...
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El Ático de Liz Segovia
Un espacio de reflexión y aprendizaje
martes, 8 de septiembre de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
Tener miedo: sobre los acontecimientos recientes…
Esto no es una opinión ni tampoco un sermón religioso (los que me conocen saben que no me caracterizo por ser particularmente religiosa, lo cual no es lo mismo que tener un lado espiritual). Lo que sí escribo, es lo que me han dejado los acontecimientos recientes, llamémosle una reflexión (que espero se convierta en mi aprendizaje). Me tomo la licencia de compartirla porque, como muchos, pienso que lo que ocurre a nuestro alrededor, no debe pasar inadvertido.
Mi mamá decía (como muchas seguramente): "Cuando tengas hijos, lo entenderás". Sobre todo recuerdo que en alguna ocasión le pregunté:"¿Pero de qué tienes tanto miedo? Si de joven te atrevías a tantas cosas, ¿por qué ahora todo lo piensas dos, tres o mil veces?" Ella me respondió:"Porque ahora no sólo actúo por mí, sino por las dos. Lo que yo decida, darte, quitarte, enseñarte pasar por alto, se reflejará en tu vida." Y es así, que desde que nació mi hijo, confieso que efectivamente: TENGO MIEDO.
Tengo miedo de regarla y no enseñarle a trabajar y luchar por lo que vale la pena. Tengo miedo de tomar una mala decisión y lastimarlo. Tengo miedo de traumarlo (por ridículo que suene). Tengo miedo de ser injusta o cruel con él. Tengo miedo de no infundirle la confianza en sí mismo que necesita para sobrevivir en esta sociedad, cada vez más dura. Tengo miedo de que los límites que le ponga no sean suficientes. Tengo miedo de no apoyarlo, escucharle o hablar con él cuando lo necesite. Tengo miedo de defraudarlo. Tengo miedo de que me vea como un fracaso. Tengo miedo de que no cuide su salud, su cuerpo, su mente, su espíritu. Tengo miedo de no enseñarle a asumir la responsabilidad de sus actos. Tengo miedo de no enseñarle a tener humildad ni saber reconocer cuándo es necesario o preferible recurrir a mí o a su papá. Tengo miedo de no enseñarle a ser compasivo o de que los demás no le tengan compasión. Tengo miedo hasta de perderlo de vista un segundo, porque ese segundo puede ser trágico. A fin de cuentas, creo que tengo miedo de que él no tenga miedo, porque reconozcámoslo, el temor puede hacernos repensar.
Dudo que como padres, alguno de nosotros no haya perdido el sueño por lo anterior, porque sabemos que somos falibles, por lo que sólo nos queda rogar porque Dios nos dé entendimiento suficiente para hacer el bien, en el momento adecuado, de la manera más prudente y con la persona correcta, así como que la vida y los demás tengan compasión de nosotros y de nuestros hijos.
jueves, 11 de diciembre de 2014
Una semilla
Normalmente el fin de
semestre ataca con la burocracia que entraña la entrega de calificaciones,
evidencias, papeleo y el cansancio y anhelo por las vacaciones. Sin embargo,
creo que en la mayoría de los profesores también queda un sentimiento de
nostalgia por los alumnos, la duda de si se les volverá a ver, de qué les
deparará el futuro y sobre todo, de qué semilla se sembró en ellos que más
adelante germine en la construcción de personas de bien.
Particularmente, en el curso de Habilidades Directivas que
imparto a graduandos, siempre me nace dejarles un mensaje de despedida con lo
que considero podría ser un deseo final de que tengan suerte y no tropiecen con
piedras dolorosas. Lo anterior lo plasmo en una lista de consejos que son
reflexiones de lo que he vivido en el trabajo, aprendizajes de errores míos o
parte de los mejores consejos que me han dado personas queridas.
Habiendo hecho lo mismo este semestre, alguien me preguntó
el por qué no hacerlo extensivo a todos los grupos o por qué no a todo el
público, si realmente creía yo que valía la pena compartirlo. Supongo que me
daba un poco de pena hacerlo pues al escribir esas palabras "me abro"
con ellos, suceso que se da muy particularmente en ese curso por los temas que
tratamos. Sin embargo, aprovechando que tiene tiempo que no escribía en este
espacio y las fiestas decembrinas, comparto el texto aclarando que el mismo ha
sido enriquecido gracias a consejos de amigos y familiares. A veces, para mí,
éstos han sido los mejores regalos que me han dado, en momentos de verdadera
escucha e interés.
Felices fiestas J
Hola chicos,
Espero que se encuentren muy bien. Les comento que sus notas
finales ya se encuentran capturadas. Aprovecho este mensaje para reiterarles el
gusto de haber aprendido con ustedes en semestre. Espero el curso les haya sido
de utilidad para su crecimiento profesional y de reflexión para su crecimiento
personal. Gracias por su asistencia, participación, atención y paciencia.
Finalmente, me permito compartirles algunos consejos de lo
que hasta ahora, he podido aprender e intento recordar en mi actuar, esperando
sean una luz en el camino que están emprendiendo:
1. Tengan muy claro a dónde van y qué principios les rigen.
Si ustedes no saben qué quieren lograr no habrá satisfactor suficiente. Deben
desarrollar la capacidad de auto motivarse, no hay mejor porra que la que
ustedes se den ni mejor decisión que la que ustedes tomen con plena conciencia.
2. Revisen esa carta compromiso que entregaron y piensen que
el juez más importante de los objetivos, logros y proyectos alcanzados y por
alcanzar son ustedes mismos. Piensen a largo plazo y cuestiónense. Procuren no
defraudarse.
3. Estén seguros de sí mismos. Pocos en este país y en el
mundo tienen acceso a las oportunidades y formación que ustedes tienen. Esto
sumado a lo que les ha brindado su familia y a su personalidad será lo que les
asegurará un futuro prometedor.
4. Nunca sobra una segunda opinión. Dense la oportunidad de
recibir retroalimentación y desarrollen a sus equipos hablando con la verdad.
Se trata de una oportunidad de crecer.
5. No minimicen NUNCA los aspectos “soft” del trabajo.
Cuestiones como la comunicación, el trato a las personas y las relaciones
interpersonales pueden ser la clave de su éxito o incluso su sello personal.
6. Hay una sola manera de hacer las cosas: al 100%. Si no lo
van a hacer así, no pierdan su recurso más precioso, el tiempo.
7. Claridad de pensamiento = claridad de expresión =
claridad de acción. No descuiden los tiempos de reflexión, ni sus habilidades
de comunicación, de escritura y ortografía. Tampoco se queden en el discurso y
crítica, hagan que las cosas “pasen”, sean gestores del cambio.
8. Platiquen sus ideas, nunca saben si alguien al lado de
ustedes invertirá en su proyecto o será su mayor aliado.
9. Nunca olviden el valor de sus padres, amigos, pareja y
familia. Concedan tiempo valioso a estas personas, no lo que resta del día.
Cuando todo parece fallar ellos serán su apoyo y motivación. Gran parte de todo
lo que ustedes son y han logrado es gracias a ellos.
10. La felicidad, desarrollo y realización de las personas
siempre es el fin, no el medio. Siempre hay crisis, situaciones difíciles, pero
piensen que lo que marca le diferencia es el interés genuino por el otro.
11. Sean humildes, sólo así crecerán.
12. Cuídense. Cuiden su cuerpo y salud. Cuiden lo que dicen
y hacen. Cuiden su alma. Tengan balance en sus vidas.
13. Tengan presente que lo que se espera de ustedes es que
sean felices y hagan felices a los demás.
14. Tanto el fracaso como el éxito son actitudes y
decisiones, asúmanlas y responsabilícense por sus efectos.
15. Nunca tomen una decisión muy enojados, muy tristes o
incluso, muy contentos. Recuerden que las emociones tienen un clímax y luego
descienden a niveles normales en donde existe equilibrio entre la emoción y la
razón.
16. Este curso es sólo fue uno de los pasos que decidieron
tomar para ser un gran líder, pero sean conscientes de que esta historia no
termina aquí, sino que debe ser un compromiso para mejorarse continuamente
ustedes y el mundo que los rodea.
17. Siempre mantengan en mente que para ser un gran líder,
primero hay que ser un buen ser humano.
En espera de encontrarnos más adelante, recuerden que tienen
en mí a una amiga y que les deseo una vida PLENA.
Vía de mientras, disfruten de unas excelentes vacaciones.
Abrazos,
Liz
domingo, 19 de octubre de 2014
Repensando la Universidad
Repensando la Universidad
Ana Lissette Segovia Philip
Me parece que a este tema en
particular llevo dándole vueltas desde hace tiempo. El que me solicitaran la
reflexión ha sido un mero pretexto para escribir lo que vengo sintiendo.
Las
instituciones educativas son para mí, una segunda casa (si no es que la
primera), en primer lugar, porque llevo treinta de mis treinta y cuatro años
estudiando. En segundo lugar, porque soy profesora en una de ellas. En tercer
lugar, porque gran parte de mi familia, mi esposo, mi madre, mis abuelos y
tíos, en algún punto de sus vidas han fungido como maestros también. Independientemente
de que la educación en México es un tema que a todos nos debería preocupar,
creo que para los que más estamos involucrados en ella, de una u otra manera,
este tema debería ser uno de reflexión continua, cotidiana, primordial.
Hace exactamente
tres días, me encontraba platicando con dos entrañables amigas con quienes
comentaba los últimos pormenores de mi vida laboral. En algún momento mencioné:
“es que sí amo mi trabajo…”. A esto,
una de ellas respondió inmediatamente: “¿te
gusta tu trabajo o te gusta enseñar (educar)? Porque no es lo mismo”. Definitivamente,
me dejó con la boca abierta. Por supuesto que ya no es lo mismo, es claro que
el rol del profesor, educador, enseñante, se ha ido desvirtuando. Es cuestión
de lógica por lo tanto, concluir que el rol de la universidad también se ha ido
desfigurando y perdiendo la esencia con la que ésta fue inicialmente concebida.
Para ser muy
honesta, creo que todos hemos perdido la noción de aquello a lo que deberíamos
enfocarnos realmente en las universidades. Líderes, administradores,
profesores, estudiantes y la sociedad en general ha perdido la perspectiva de
lo que es en verdad valioso sobre la misma, de cuál es su naturaleza, función y
relevancia. No es de sorprenderse que muchas de las notas rojas en las noticias
tengan un vínculo al sector educativo, llámese sindicatos o normalistas, si la
educación se ha vuelto un tema político, económico y administrativo muy lejano
a su concepción original.
En un afán de
sobresalir, de competir con las grandes, de innovar, hemos “comprado” la idea
de realizar grandes proyectos y someter a las universidades a certificaciones,
rankings nacionales e internacionales, que en ocasiones hacen que se pierda el
foco sobre lo más trascendente. Esto último es lo que me preocupa, el que se
pierda la trascendencia de las universidades por cumplir con metas
cortoplacistas. No he de negar que la estandarización, la evaluación y comparación
de buenas prácticas tengan muchas bondades y que éstas deben aplicarse. Sin
embargo, las mismas son herramientas al provecho de una misión. Como toda
herramienta, éstas se deben adaptar a la naturaleza del que las utiliza y de
los fines a alcanzar, siempre analizando la pertinencia y juzgando con
prudencia hasta qué punto los resultados obtenidos serán un criterio en la toma
de decisiones estratégicas.
Esta
trascendencia de la que hablo, se refiere precisamente a la formación de grandes
espíritus. Es decir, no sólo se deben formar excelentes profesionistas, sino
personas con anhelos, virtudes, capacidad de descubrir, de cambio y de mejora
social. Lamentablemente la Universidad sí se ha convertido en un lugar ajeno a esto.
Es verdad que en algunos casos sólo se encuentra gente arrogante con mentalidad
de selectos o intelectuales dedicados a la agitación social sin provecho, o, lo
más triste, simples máquinas empresariales, seguidoras de rankings e
indicadores, miopes y tendientes a la falta de identidad. El producto (porque
no se le puede llamar de otra manera): profesionistas y técnicos muy
especializados, es verdad; pero carentes de cultura, de memoria, de pertenencia
y ciudadanía, de criterio, de anhelo por saber más, de valores, de
trascendencia. Caray, ¿que se les olvida que, si bien, en las empresas se
genera riqueza, en las universidades formamos a las personas que forman esa
riqueza y que deciden cómo será el futuro de muchas generaciones?
La Universidad
debe retornar a ser uno de los pilares sociales más reconocidos, los profesores
dignificados y los estudiantes perfeccionados. Pero para esto hay que
repensarla efectivamente. El profesor debe ser un líder en el aula, reconocido
no sólo por sus conocimientos técnicos sino por sus valores y virtudes, por su
coherencia y congruencia, por lo que siembra en sus alumnos. El estudiante,
debe ser educado desde casa para reconocer esta labor y colaborar activamente
en ella de manera responsable, no consumista. Asimismo, es el rol de los
profesores, hacer conscientes de su potencial de mejora, de su capacidad y
obligación de contribución social. Ver a los estudiantes como clientes,
discúlpenme, ha sido uno de los más grandes errores de las universidades. Esto
ha sido una manifestación tangible de que las entidades educativas siguen objetivos
particulares y no el bien común. Con ello se han pasado por alto grandes faltas
que más adelante se convierten en problemas sociales.
Triste es la
Universidad sin estudiantes. Gris. Alegre, dinámica, cuando llegan los chicos y
están viviendo en ella. Sí, viviendo, pues la educación tiene que ser integral,
formativa. Bien se dice que “no hay
autonomía de los saberes, sino especificidad de cada uno”. El verdadero
estudiante deberá saber de su profesión, pero también el impacto que ésta tiene
en otras disciplinas, así como deberá pulirse en cuerpo y alma.
Los profesores
son un rol a seguir. Me parece que en ocasiones no nos percatamos de lo que “enseñamos”
a los jóvenes. Ellos adoptan no sólo (y de hecho en menor medida) lo que
decimos en clase, sino lo que hacemos, cómo lo hacemos, nuestros criterios de
decisión, nuestro comportamiento y actitudes. Si a los profesores se les ve
prestando más atención a una labor administrativa que a su actualización
profesional o a su formación como personas, lo más normal será que las personas
a su alrededor hagan lo mismo. No olvidemos que los seres humanos aprendemos por
imitación. Si de los profesores se aprende la falta de tiempo, la arrogancia,
falta de flexibilidad, la carencia de compromiso, la mala actitud e ignorancia,
no nos sorprenda que esto se revierta en la sociedad.
En cambio, si
en las universidades se respira de nuevo un aire de curiosidad, de emoción por
conocer, de respeto y reconocimiento del otro, de apertura y libertad, es muy
probable que esto permee en nuestras comunidades. Queremos que los jóvenes
participen en actividades y los profesores no lo hacemos, les metemos el inglés
hasta por las narices y nos olvidamos del español, les exigimos que practiquen
lo que les enseñamos y no les explicamos bien los conceptos, les pedimos que
lean y nosotros no nos damos el tiempo de leer y discutir una buena novela sólo
por el gusto de hacerlo, les cantamos “mente
sana en cuerpo sano” y “vive sin drogas” y nosotros no nos
cuidamos, solicitamos a sus padres que los eduquen y nosotros no regresamos a
casa a hacer lo propio con nuestros hijos. ¡Caramba! No quiero generalizar, y
seguramente habrá quienes no caigan en estas incongruencias, pero sí digo que hay
que hacer lo propio. Los líderes y administradores deben facilitar las
estructuras y modelos de trabajo que hagan esto posible, es su responsabilidad.
También debe ser nuestro compromiso ser protagonistas de la historia del
retorno a la Universidad.
Termino con
una cita de uno de los más grandes pensadores que ha tenido la humanidad,
Albert Einstein, que dice: “El
aprendizaje es experiencia. Todo lo demás es información.”. La Universidad
debe vivirse, experimentarse, ser congruente con lo que proclama y hace. Para
información ya tenemos libros, documentos, internet. Generar información no es
nuestra misión. Formar personas, educar, sí lo es. Hay que replantearse la
Universidad y hay que poner manos a la obra, hay que pensar en grande y anhelarlo
para avanzar, por romántico que parezca.
sábado, 18 de octubre de 2014
Comentando “El dios de Darwin” (Sabina Berman, 2014)
(Presentado en el marco de la 2ª Feria del Libro del ITESM Puebla, el 10 de octubre de 2014)
Cuando
Laura Flores me invitó a presentar este libro, adicional a contarme que estaba
escrito por Sabina Berman, quien por supuesto es ampliamente reconocida en su
ámbito, sólo tuvo que decirme dos palabras: Darwin y dios. En ese momento supe que tenía que leer esta
novela, pues, aunque mis alumnos aquí presentes no lo crean, en algún momento
pensé en estudiar Biología. Esto fue en secundaria, y como se estarán
imaginando, la razón fue Darwin. ¿Se acuerdan? Esa etapa en que nos enseñaron
por primera vez sobre Lamarck, Lyell, Mendel, Laughlin, Leakey…
Todavía guardo esos libros de texto (el sueño de Huxley se
cumplió). Dos años después de aprender sobre el Gran Ateo, tuve la oportunidad
de visitar Westminster y pisar su tumba. Digo pisar, porque prácticamente lo
hice por accidente, hasta que me percaté del lugar en donde me encontraba
parada y tuve que preguntar a alguno de los guías si la vista no me engañaba y
realmente el Asesino de Dios se encontraba enterrado en una iglesia. La respuesta
que obtuve, fue exactamente la misma que se narra en la novela. No entraré más
en este tema, ni en cómo he acabado en otras disciplinas, más que el tema me
sigue apasionando y que lo mismo que le pasó a Tonio y
a Karen, me ocurrió a mí también.
Posterior a decir “sí,
yo lo quiero presentar”, camino a casa, pensé: “¡En la que me metí! ¡Qué reto! ¿Qué voy a decir? Sobre todo porque no
pertenezco ni a la academia de literatura, ni a la de biología, ni a la de
filosofía...” Por lo que, quiero tener la prudencia de anunciar que lo que
a continuación presento no es más que el punto de vista de una humilde lectora,
aficionada. Lo que estarán pensando, es
que lo de menos es leer la novela. Lo difícil es comentarla en diez minutos. Aunque
pertinente, porque el objetivo a alcanzar es que todos la lean. Así que, por
supuesto, mi deseo es dejarlos “picados” para que comiencen a adentrarse en el
mundo de Karen Nieto, la fabulosa protagonista de esta novela.
Siendo congruente con lo que vengo de decir, empezaré por
platicarles las coincidencias y curiosidades que encontré en el libro con las
áreas a las que actualmente me dedico. En primer lugar, debo confesar que al
dar el tema de gestión del cambio siempre empiezo hablando de Darwin. Por
supuesto: la adaptación al entorno, la supervivencia del más apto (nacida en el
campo de la biología), es aplicable al ámbito de los negocios. Éste y otros
más, como la teoría del caos de la física, han sido conceptos rescatados por académicos,
consultores y traducidos al mundo de la empresa. Darwin dice: “Mientras más variaciones, mayor será la
aptitud de sobrevivir de una especie” (¡qué bendición para nosotros los
zurdos!). Casi un siglo después, este concepto se traduciría en una “ventaja competitiva” por uno de los
gurús más conocidos del management contemporáneo, Michael Porter.
Ideas que nosotros discutimos en clase como el liderazgo que
alguien puede ejercer, son contempladas de igual manera en la obra. Cito una
frase en la página 247, que me pareció fuertísima pero muy cierta, cuando
Franco menciona: “soy demasiado sensible
para ser un líder, pero carne apta para ser un mártir”. Así también, el aprecio por la diversidad se
ve plasmado en esta novela y particularmente, debo decir que una idea que me
tocó fibras muy sensibles fue la discusión que se aborda sobre la existencia
del altruismo, de la cooperación de las especies para sobrevivir e incluso de
una trascendencia de las mismas. Definitivamente deberíamos reflexionar acerca
de esta moral natural ¿no creen?
Como segundo punto, deseo exteriorizar que algo que disfruté
enormemente fue conocer a los personajes de este libro, no cabe duda que su
autora cuenta con un bagaje y experiencia enormes tanto en la novela como en el
teatro. Por economía de tiempo no hablaré de todos pero sí de los que me parecieron
más significativos.
Por un lado, vale la pena mencionar que éstos son
extraordinarios, literalmente. Sobre todo la protagonista. Todos ellos cuentan
una cantidad de variaciones fabulosas. Por el otro, los personajes de esta obra
tienen tantas aristas como tenemos los seres humanos de carne y hueso, con
nuestro lado oscuro y contradicciones.
Un personaje, alrededor de quien gira la historia es Antonio
Márquez. Descrito en voces ajenas, encontramos al experto en Darwin, compañero
de universidad de nuestra protagonista. Férreo defensor de sus ideas.
Consciente de su valor como persona y científico. Con la motivación
trascendental que desearía cualquier héroe, descrito por supuesto, por sus
amigos y conocidos, una vez que ha muerto.
A Tonio le intentan descifrar otros personajes, empezando por
Franco, su pareja. No sé ustedes, pero yo lo imagino increíblemente atractivo. Luego, lo descubrí “peligrosamente”
atractivo. Un ser lleno de contradicciones, se pierde en su propio
discurso y termina por traicionar varias de las ideas que predica, al igual que
lo hace su contrincante, el descarado y
terco polemista John Ford. Un Huxley contemporáneo. Para completar la triada de
éstos, se encuentra el padre Sibelius. Enigmático, nos da algunas señales de
empatía, es leal, constante y obediente (aunque le pese al final).
Darwin. Qué maravilla. Este libro nos revela a un Charles Darwin
más humano, falible, con temores e indecisiones. Un científico que como todos,
quiere dar a conocer sus ideas, pero teme a la ceguera de taller y hasta cierto
punto se sorprende del lugar que sus palabras encontrarán en la interpretación
de los demás. La autora nos acerca a un personaje de quien muchos detalles no
nos habían sido revelados. Después de este libro, para mí, éste científico
resultó aún más entrañable y admirable de lo que ya había sido en secundaria.
Como la cereza del pastel, dejo a la protagonista al final.
Karen Nieto, bióloga, experta en atunes, autista funcional. Esta mujer que es
sumamente inteligente, independiente, la antítesis de la dama en crisis que
debe ser rescatada. Todo esto, a pesar de que prácticamente toda la novela se
encuentra en grave peligro. Rapada, práctica, poco femenina, con una gran
capacidad de abstraerse, juzga que la mayor parte de la población se enfoca en asuntos
irrelevantes y pierde su tiempo blablableando… Es imposible no quedarse
prendado de esta mal interpretada “flautista
de los atunes”, que muy calladita, es curiosa y observa la realidad que la
rodea sin adornos ni discursos. Ella que en algunos momentos podría ser
introvertida, pero cuando es necesario se le quita pues encuentra una gran
motivación en el reto. La Doctora Nieto, con la mayor cantidad de variaciones,
prueba ser la más apta, la que sobrevive a sus circunstancias.
En un tercer plano, quiero hablar de manera general, sobre lo
que significó para mí esta obra. Éste es un texto que “nos mueve el tapete”. Mientras
respeta lo descrito por Darwin en su libro “El origen de las especies”, entre
otros, Sabina Berman entrelaza a manera de thriller varias historias. Si bien
parte de éstas son ficticias, revelan de manera honesta y franca, problemáticas
actuales y tocan estigmas que aún nos duelen como lo son la lucha eterna entre
oriente y occidente, el poder del discurso religioso, la falsedad de las
palabras, con sus discursos e historias construidas a lo largo de tantos años.
En pequeños capítulos y en un lenguaje accesible, la autora,
a través de Karen, nos invita a reflexionar, a sorprendernos, a cuestionarnos,
a emocionarnos y a querer saber más. Ciertamente,
lo anterior queda al gusto del lector, No obstante, considero que uno de los
aspectos más atinados de la obra es que ésta nos
compromete a leer más: sobre Darwin, sobre ciencia, sobre la Santa Alianza,
sobre filosofía y teología, entre otros.
Finalizaré por confesarles que, a diferencia de muchos,
cuando a mí me gusta un libro, me tardo más en leerlo, pues me gusta
saborearlo, relacionarlo con otros textos y “chiquiteármelo” al final. Esto me ocurrió con “El dios de Darwin” en el
que me cansé de subir y bajar las escaleras en repetidas ocasiones con el fin
de encontrar textos relacionados en los libreros. Regresé, lo confieso, a ese
libro de biología que les platicaba al principio, pero también a buscar el “Viaje del Beagle”, y una publicación de
Huxley sobre la cultura y la ciencia que pertenecían a mi abuelo (ambas dentro de una colección de “The Harvard Classics” de 1937, de la
editorial P.F. Collier & Son Corporation). Considero que, en el marco de un
programa de pasión por la lectura y de una feria del libro, no hay nada mejor
que presentar esto: un libro que invita a leer otros libros.
Por último, invito a nuestro auditorio a que lea esta obra.
Personalmente sé que estaré deseosa de saber más de Karen, de otras
publicaciones y de más descubrimientos pues, como lo dicta el último enunciado
de las leyes positivas de Darwin: “Así
como la Tierra continuará rodando, así como las formas naturales continuarán
variando, así el relato humano igual seguirá ajustándose y explayándose, y de
cualquier forma, nunca será perfecto y nunca abarcará la vida entera”.
Gracias.
Ana
Lissette Segovia Philip (Presentado en el marco de la 2ª Feria del Libro del
ITESM Puebla, el 10 de octubre de 2014)
domingo, 8 de junio de 2014
Aprendizajes del Encuentro Internacional: Innovación y Emprendimiento a la Luz del Contexto Latinoamericano
(Semblanza presentada el día 2 de junio de 2014 en el Tecnológico de Monterrey campus Puebla)
En una economía global con
múltiples competidores y cuyos
consumidores son cada vez más demandantes y tienen acceso a los mejores
productos a tan solo un click, se ha llegado a la conclusión de que el progreso
de un país tiene una relación directa con el emprendimiento de su población. El
objetivo de este encuentro ha sido el de compartir todas las buenas prácticas y
reflexiones en torno a los esfuerzos que se están realizando en las
universidades latinoamericanas para desarrollar la capacidad innovadora y de
emprendimiento en sus países.
Después de
varios y valiosos ejemplos presentados en este foro, llega el momento de
concluir no sin antes resaltar algunos de los puntos sobresalientes en la
discusión y trabajo generado como son los que presento a continuación:
El enfoque en
emprendimiento es un tema relativamente nuevo en Latinoamérica. Los esfuerzos
de fomento al mismo, aunque en algunas instituciones educativas podrían llevar
más, en la mayoría datan de cinco a diez años, sobre todo de manera
formalizada. Incluso el término de
“emprender” o “emprendedor” ha sido desarrollándose de manera paulatina hacia
uno más integral o de ecosistemas, como se platicó en la conferencia magistral.
Los inicios de
este esfuerzo por el emprendimiento comenzaron con el fomento a los planes de
negocio para formalizarse en incubaciones y posteriormente hablar de una
formación emprendedora con transversalidad a lo largo de carreras profesionales
e incluso un seguimiento post-incubación o post-graduación.
Las
universidades, siendo uno de los actores sociales que tienen mayor impacto en
el desarrollo de competencias de profesionistas, en una de las etapas en donde
se encuentran más sensibles y vulnerables a las necesidades sociales, pueden y
deben vincularse con entidades gubernamentales y empresas del sector privado
para crear programas interdisciplinarios y transversales que contribuyan al
desarrollo de competencias de emprendimiento que, a su vez, impacten de manera
favorable en el entorno económico y social en que se ven involucradas.
Cada vez más
sofisticado este proceso, demanda profesionistas, emprendedores y mentores
competentes. Por esta razón, se ha enfatizado la formación en competencias de
emprendimiento no sólo en las carreras administrativas, sino a lo largo de todo
el currículo ofrecido por las universidades. La capacitación de los coaches,
mentores, consultores y guías de emprendimiento, de igual manera ha tendido a
actualizarse dejando la perspectiva meramente empírica y complementándose con
la investigación que se ha hecho al respecto.
Los alumnos
asimismo, se forman en un ambiente en el que el impulso a ideas nuevas se
encuentra en los pasillos, en la cafetería, en los jardines, en su materia de
administración pero también en la de tecnologías de la información. Pueden
participar en concursos, start-up weekends, retos de emprendimiento, que antes
nunca habían imaginado y en los que, en poco tiempo desarrollan, clarifican y
aterrizan ideas creativas e innovadoras. Incluso, se asocian con otros alumnos
y profesores para poner en marcha proyectos que hoy en día, generan ingresos,
sostienen familias.
Los
esfuerzos, por supuesto no se han quedado únicamente en el aula y la
investigación sino que, adquiriendo un rol más activo, las instituciones
educativas trabajan también por medio de extensión brindando consultoría mediante
los procesos de pre-incubación, incubación de empresas de mediana y alta
tecnología, así como intervienen en procesos de mayor desarrollo como la
aceleración de empresas y monitoreo de las mismas.
Para que los
esfuerzos antes mencionados sigan surtiendo efectos habrá de considerar la
importancia de la vinculación con entidades gubernamentales y empresa. Esto ya
se empieza a fomentar y necesita promoverse aún más, ya sea a través de la
participación o construcción de programas de apoyo a la economía, a través de
las distintas cámaras de comercio y otros órganos colegiados, prácticas
profesionales, proyectos de vinculación académica-empresarial, infraestructura,
capacitación, parques tecnológicos, entre otros. Aquí, la participación de la
alta dirección será pieza clave para el éxito y duración de estos vínculos.
Asimismo, se
deberán cuidar los principios de
efectividad para que todos los esfuerzos realizados se consoliden en
proyectos exitosos, de eficiencia, maximizando los recursos limitados con los
que contamos, de relevancia económica, política y social, así como los de
utilidad para el público en general y
sostenibilidad global. Para que esto se lleve a cabo, necesitamos medir. Si no
medimos, no sabemos, por lo cual, es imperativo diseñar mecanismos de monitoreo
y seguimiento a través de indicadores ajustados a objetivos que cumplan con la
ya conocida metodología Smart (específicos, mensurables, alcanzables,
relevantes y controlables). Éstos pueden ser desde el número de estudiantes
participantes en programas de emprendimiento hasta la supervivencia de empresas
post-incubación (graduadas) a cinco, diez o más años. La segmentación de
públicos y la sistematización de todo el proceso también será de gran
importancia para una mayor precisión.
Hoy concluimos
que la materia prima la tenemos: un mercado en expansión, conocimientos,
investigación, información, vinculación y a la mayoría de los emprendedores en
su etapa más sensible y productiva, así como a sus familiares, amigos, socios y
competidores. Los retos que se avecinan son grandes: una mayor formalización
del proceso, un acercamiento científico al mismo, mayor seguimiento y apoyos; en particular en las universidades, la
revisión de planes de estudios, el espíritu y formación emprendedora de profesores,
agregar valor a las propuestas tradicionales, la cultura de cambio, de
colaboración, de trabajo y de tolerancia
ante la frustración y el error, la tropicalización, evitando copiar lo que se
idea en países anglosajones para que, efectivamente, no sólo sea un esfuerzo
latinoamericano sino global. Por último, la internacionalización y
sostenimiento de los esfuerzos emprendedores a largo plazo son dos de los
grandes pasos a dar, ambiciosos sin duda, pero alcanzables si perseveramos.
La jornada
del día de hoy definitivamente ha sido de grandes aprendizajes, de mucha
colaboración y es un primer esfuerzo que, como se discutió a lo largo de las
distintas intervenciones y en puntos anteriores, deberá repetirse. La
vinculación con el resto de la sociedad empieza en las universidades, mientras
más entidades académicas participen en este esfuerzo, la colaboración se
mostrará más enriquecedora y con mejores resultados. No olvidemos que la mayor
parte del mundo que hoy disfrutamos fue ideado o producido en las universidades
y las entidades educativas, son las principales difusoras de buenas prácticas,
en este caso, de emprendimiento como se ha comprobado el día de hoy.
Referencias:
Referencias:
- Modelo de emprendimiento de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud. Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud
- La experiencia del Instituto Tecnológico de Costa Rica en el fomento de la actividad emprendedora. Instituto Tecnológico de Costa Rica
- National Innovation System of Ecuador: The Perspectives. Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación
- Modelo de gestión de estrategias de vinculación para la mejora de la eficiencia en la generación de proyectos de investigación y desarrollo tecnológicos e innovación: Resultados preliminares. Universidad Autónoma de Nuevo León
- Monitoreo de la formación emprendedora en la Universidad Continental. Universidad Continental.
- El Modelo de trabajo de la Universidad de Belgrano República Argentina. Universidad de Belgrano
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domingo, 27 de octubre de 2013
Alfonsina, vestida de mar
En este mes se celebra la lucha contra el cáncer de mama.
Asimismo, el pasado día 25 de octubre, cumplió su aniversario luctuoso la poetisa
Alfonsina Storni (sí, aquélla en cuya
memoria se escribe la melodía de “Alfonsina y el mar” de Ramírez y Luna). De
esta escritora tuve la fortuna de
encontrar un compendio de sus poemas hace algunos días. A pesar de haberla
leído ya en alguna ocasión, fue un placer leerla un poco más. No cabe duda que
los libros, así como la música y ciertas fotografías, marcan nuestra memoria.
En fin pues, que no quise que pasara desapercibido siendo tan oportuno a estas
fechas, el recordar a esta mujer que rompió paradigmas, padeció esta terrible
enfermedad y nos legó su hermosa poesía.
Alfonsina nació en Capriasca, Suiza, en 1892, pero desde los cuatro años fue llevada a
Argentina, país del que adquirió su nacionalidad. Contemporánea, conocida y
amiga de autores de la talla de Amado Nervo, Manuel Ugarte, Rubén Darío y
Horacio Quiroga entre otros, obtuvo importantes premios literarios que la
hicieron conocer ampliamente en todos los países latinoamericanos, destacándose
entre sus obras, «Languidez», «El dulce daño» y «La inquietud del rosal».
Frecuentó los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y
Montevideo; colaboró en las revistas Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La
Nota y en el periódico La Nación. En la década de 1930 viajó a Europa y
participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían figuras importantes
de las letras como Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna. Fue madre soltera, hecho que no era aceptable
en su época y uno de los rasgos más característicos de su producción fue un
feminismo combativo en la línea que se observa en el poema “Tú me quieres
blanca”. En 1935 es diagnosticada con cáncer de mama, del cual fue operada si mucho
éxito. Sufriendo varias depresiones, el 25 de octubre de 1938 decide quitarse
la vida arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres al Mar de la
Plata.
De ella transcribo algunos poemas favoritos que espero
disfruten.
La caricia perdida
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos ... En el viento, al rodar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida, ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va,
si no ves esa mano ni la boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de llamar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida ¿me reconocerás?
Nada
El día que te acerques
Vendrán mujeres muchas,
Vendrán morenas bellas
Y vendrán dulces rubias
A disputarte; y ellas
Harán, con donosura;
Tu elogio, por lograrte,
Sin acertar ninguna.
Y yo no tendré miedo
De morenas ni rubias
Pues cerraré los ojos
Y te diré- Soy tuya
Oye
Yo seré a tu lado,
silencio, silencio,
perfume, perfume,
no sabré pensar,
no tendré palabras,
no tendré deseos,
sólo sabré amar.
Cuando el agua caiga monótona y triste
buscaré tu pecho para acurrucar
este peso enorme que llevo en el alma
y no sé explicar.
Te pediré entonces tu lástima, amado,
para que mis ojos se den a llorar silenciosamente,
como el agua cae sobre la ciudad.
Y una noche triste, cuando no me quieras,
secaré los ojos y me iré a bogar
por los mares negros que tiene la muerte,
Fuentes:
STORNI, Alfonsina. Antología poética. Clásicos Losada. Editorial Losada. Buenos Aires, 1953.
STORNI, Alfonsina. Antología poética. Clásicos Losada. Editorial Losada. Buenos Aires, 1953.
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