Revisando alguno de los
trabajos para otra materia en la que nos solicitaron hablar sobre las
tendencias laborales encontré unos artículos muy interesantes. Uno de ellos, el
que más capturó mi atención está muy relacionado con algo que comentábamos la
semana pasada: el equilibrio entre la vida profesional/laboral y la vida personal/familiar.
Publicada en julio de este año, la nota comentaba el caso de Anne-Marie
Slaughter quien ahora da clases en Princeton y dos años antes había sido
nombrada Directora de Planificación de Políticas en el Departamento de Estado.
Esta mujer, quien es sumamente reconocida en su campo, decidió renunciar debido
a que “hacía más falta en su casa que en la Casa Blanca”. Esta nota, fue tomada
de una publicación que ella misma hizo para la revista “The Atlantic” (julio-agosto 2012) cuyo título
es “Por qué las mujeres aún no pueden
tenerlo todo”.
¿Qué título tan fuerte
no? Pero me atrevo a decir que coincido en gran parte con ella pues a mi
parecer la estructura de trabajo que hemos creado y sostenido hasta el momento
no nos ayuda a mantener un balance entre nuestros deberes y necesidades
personales así como nuestros deseos de desarrollo profesional. A esto me
gustaría llamarlo una “falta de colaboración del sistema económico-laboral”.
La señora Slaughter,
hace especial énfasis en las mujeres, y sí creo que por el rol que
tradicionalmente tenemos es todavía más difícil; sin embargo, me atrevería a
decir que esto afecta también a los hombres y en general a la sociedad. No es
ningún secreto el hecho de que nuestras familias y sociedades se están
transformando, no sólo los hombres trabajan y la pareja tradicional ahora no es
la misma de antes. He encontrado muchas parejas cuyos hijos los cuida el papá
porque el salario de mamá es mejor o más estable, o los abuelos, sólo por poner
algunos ejemplos. Esto quiere decir que, pese a la falta de colaboración del
sistema, o compatibilidad, poco a poco encontramos algunas soluciones para
lidiar con esta falta de flexibilidad de las escuelas a las que van nuestros
hijos, instituciones para las que trabajamos y organizaciones que prestan
servicios que necesitamos día con día. Lo que me concierne es el hecho de qué
tanto tiempo serán suficientes estas soluciones, ¿no deberíamos buscar cambios
de fondo? ¿una mayor flexibilidad en el trabajo? ¿en las escuelas de nuestros
hijos?
Algunos dirán ¿pero qué
tiene que ver esto con los aspectos de colaboración vs competencia en el lugar
de trabajo? La manera en que se me ocurrió (posiblemente esté errando ;) jeje)
es pensando en la razón de ser de las organizaciones. Si nos vamos a la
prehistoria, el ser humano se empieza a “asociar” con otros para protegerse y
alcanzar sus objetivos más rápida y fácilmente. Así es como yo percibo el
nacimiento de las organizaciones, como una estructura de trabajo colaborativo
que nos ayuda a realizar nuestros fines… No me quiero extender demasiado, pero
supongo que la pregunta que quedaría al aire sería la siguiente, si las
organizaciones nacieron para “hacernos la vida más fácil y ayudarnos a alcanzar
nuestros objetivos”, ¿qué está pasando? ¿no deberíamos “repensar” la manera en
que trabajamos?
Hola Liz!
ResponderEliminarMe parece muy interesante la forma en la que complementas una de tus publicaciones de la semana pasada con este interesantísimo artículo, sin duda alguna ustedes como mujeres tienen muchas más cosas en que pensar en la cabeza, pero también para nosotros es difícil mantenernos equitativos en los diferentes ámbitos de nuestra vida. saludos!
Holaaa !!!!
ResponderEliminarQue buenas preguntas, porque las mujeres no podemos tenerlo todo ?? y aun asi pienso que hemos logrado mucho y vamos por mas.
Me encantó tu reflexión, Liz. Sí debemos repensar cómo trabajamos a nivel colectivo y personal. Es una pregunta continua y vamos encontrando respuestas para diferentes momentos y épocas. Esto, como la preparación de la boda, también cuestiona supuestos, tanto personales como colectivos. Algo me dice que esta conversación continuará.
ResponderEliminarDa para mucho esta reflexión...
ResponderEliminar¿Quien si tiene la vida más fácil y alcanza sus objetivos con la manera en que trabajamos? Si nadie ganara no creo que esto siguiera. O planteado de otra forma ¿Qué objetivos alcanzamos y de qué manera se facilita nuestra vida con la manera en que trabajamos? ¿es eso lo que necesitamos o solo lo que queremos?
Hola Liz! Yo pienso que esto tiene que ver también con que tipo de valores sustentan los fines que perseguimos cuando trabajamos, sería adecuado reflexionar que tipo de bienes se han convertido hoy en día en el objetivo a conseguir, son simplemente económicos y de status social o podrían basarse más en un servicio valioso a la sociedad mediante el correcto desarrollo de nuestra profesión y entonces después vendría por consecuencia el éxito económico y social. Saludos! =)
ResponderEliminarLiz, esta reflexión definitivamente es muy acertada. Mucho tiempo pasé pensando cómo adaptar mi vida a una organización para darle de mi tiempo lo mejor, cuando quizás sólo debería verla como el medio para tener un sustento económico y desfrutar el resto de las actividades que deberían ser la vida.
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