Este fin de semana
celebré muchas cosas, una de ellas mi sexto aniversario de matrimonio. Independientemente
de la celebración, que por supuesto es importante, creo que se prestó a un
momento de reflexión. Si vemos a la familia como una organización, el casarse implica
realizar una inversión de por vida con un soci@ al cual le estamos apostando.
Por supuesto, el contrato se puede rescindir, modificar, anexar, pero de eso no
voy a hablar hoy pues entraña muchas cuestiones que por mi falta de experiencia
sería inadecuado que planteara una postura u opinión. De esta manera, lo que
comentaré a continuación es lo que reflexioné respecto de mi caso en particular
por lo vivido, lo que pude comentar con algunos colegas y lo que he podido leer
en Schein y otros autores.
Me parece que al “emprender”
una familia es muy importante vivir en un clima de confianza, tendiente a la
teoría Y de la que habla McGregor. Esto, sin lugar a dudas, es complicadísimo
pues estamos poniendo nuestras vidas, nuestros sentimientos e incluso a
nuestros seres más queridos en manos de alguien más. No obstante, si no le
concedemos a ese “otro” nuestro voto de confianza, si pensamos que tenemos que
estarlo arreando para que haga las cosas, que nos va a “poner el cuerno” en la
primera oportunidad que se le presente o que la va a “regar” con nuestros hijos…
¿cómo sacar a flote esta gran empresa? (posiblemente la más importante de
nuestra existencia).
Platicando con mi jefe
(él ya lleva más años de casado) coincidimos en una cosa: la decisión de
casarse se realiza todos los días (o por lo menos se reafirma). Leyendo un
libro de Hellen Fischer sobre la naturaleza del amor y las relaciones
(reconozco que todavía no lo acabo, en esas ando…) ella analiza la naturaleza
del ser humano y las posibilidades de que éste sea fiel a su pareja.
Definitivamente hay muchas teorías al respecto, sobre si por naturaleza somos
monógamos o no, pero creo que independientemente de esto, la decisión la
tomamos cada día, cada momento u oportunidad que se nos presenta. De igual
manera se ha discutido cuál es la mejor manera de educar a los hijos, darles
gusto, regañarles, dejarlos que se den en la torre y que aprendan, etc. Me imagino
que cuando alguien encuentre la solución óptima a ése le darán el Premio Nobel
de la Paz (por lo menos). Lo importante en este sentido es confiar en que la
otra persona, con el escenario que se le presenta, las razones que lo motiven y
la información disponible, tomará la decisión que haga prevalecer un mayor bien
sobre un menor bien (o un menor mal sobre un mayor mal). Ojo: no siempre esta
decisión será la que más nos guste y se vale cometer errores ¿o no? Esta
confianza deberá permitirnos aprender de los errores y lo ideal es que sea
mutua y transmitida a los hijos (mi niño todavía no se va al antro, vamos a ver
cómo me va con esa… pero prometo intentarlo).
Hola Liz:
ResponderEliminarPrimero que nada, felicidades por tu aniversario, coincido contigo en que el matrimonio es como un contrato con una empresa, tratando de plasmar en el otro las mejores expectativas. Deseo que sigas feliz en el tuyo, por cierto. Creo también se debe a una confianza que se debe tener, como en el hecho de hacer una encuesta, lo fundamental es la buena comunicación y entendimiento!!
Felicidades Liz, y debes felicitarme a mí también ya que puse a leer tus publicaciones anteriores, ya que me había atrasado. Muy interesantes por cierto, como siempre.
ResponderEliminarHola Liz, Felicitaciones por tu aniversario, muchos más, y gracias por compartir tus reflexiones.
ResponderEliminarMiguel. MMR
Liz, felicidades por tu aniversario! me encantó tu publicación y tu imagen :)
ResponderEliminarCoincido contigo en la familia como empresa, ligándolo a temas de estudio, la confianza, la colaboración y el tener objetivos y metas como familia son pilares para su trascendencia; al menos eso pienso yo
Saludos!
Holaa!!!
ResponderEliminarQue interesante punto de vista, no habia visto a la familia desde esa perspectiva, me dejaste reflexionando...
Hola:
ResponderEliminarPrimero que nada, Felicidades! por otro lado la manera en como relacionas el matrimonio con una organización, me parece muy brillante ya que tus reflexiones acerca de esto pueden ayudar incluso a tomar buenas decisiones en las empresas, apostandole a la confianza, empatía, compromiso, lealtad, etc.
Felicidades Liz! Cómo siempre tienes algo interesante que compartir, estoy de acuerdo contigo en la manera en que planteas la relación matrimonial haciendo una comparación con una organización,como una inversión que sin duda alguna requiere que la revisemos y analicemos constantemente para lograr que rinda los mejores frutos para sus integrantes. Saludos!! =)
ResponderEliminarApostar por el bien común y confiar en éxito, en lo personal para mí es ya estar triunfando porque suele suceder que no arriesgamos por miedo falta de seguridad. Esto refiriéndome al mayor bien por un menor bien (deseo efímero).
ResponderEliminarP.D. Felicidades no puedo quedarme a tras en las felicitaciones. Y también a Usted George por ponerse al corriente.
Sludos
Muchas Muchas Muchas Felicidades Liz !!!!
ResponderEliminarcoincido contigo en tus observaciones respecto a la confianza, cuando se vive con bases solidas y transparentes en torno a la confianza es porque ya se ha dado un gran paso ya sea en la empresa, amigos, familia etc.
Saludos
Liz: me encanta como escribes, concuerdo en que la familia es una importante organización, en la cual se debe de trabajar día a día y en ocasiones cometer errores para descubrir la naturaleza de las relaciones. Muchas felicidades. Saludos
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