miércoles, 24 de octubre de 2012

El liderazgo como creador de una cultura de balance entre la vida profesional y la familiar


En mi anterior publicación abordé de cierta manera el tema pero me gustaría profundizar un poquito en la influencia que tendría el liderazgo en una cultura que fomente o impida (dependiendo del caso) el que las personas mantengan un adecuado equilibrio entre su vida personal/ familiar y su vida profesional / laboral.

 

Por supuesto que, como lo mencioné previamente, todo tiene una estrecha relación entre nuestros supuestos de la naturaleza humana, el clima de confianza o miedo que exista en las organizaciones, etc. Sin embargo, ¿qué tendría que hacer un líder para crear una cultura que beneficie un equilibrio sano de estos dos aspectos? ¿qué tendría que hacer para transformar una cultura de excesos de trabajo a una que respete las otras necesidades de los colaboradores?

 

Las primeras respuestas que se me ocurren serían las siguientes:

1.     Crear un clima de confianza con el fin de que el trabajador se sienta libre de manifestar sus necesidades ante la dirección, de replantear objetivos, de salir de la organización si es necesario.

2.     Considerar qué artefactos nos ayudan a mantener un equilibrio y cuáles no. Aquí  menciono una breve anécdota. Tengo un alumno alemán el cual, para mi sorpresa, está a favor del famoso aparatito para checar tarjeta. Por supuesto que sus razones son distintas a las que me hacen a mí detestarlo. En una conversación él me dijo que se deberían implementar en organizaciones en las que no los utilizan para que las personas se den cuenta de su rendimiento y alcance de objetivos, así como para que se les retribuya de manera justa las horas adicionales que están trabajando. La manera en que lo veía yo, era como un controlador de que la gente no llegara después ni se fuera antes del trabajo (seguramente influida por mi anterior experiencia, de la cual les platiqué en la publicación anterior). No sólo es una cuestión de perspectiva sino de utilizar las herramientas a su máximo beneficio, para todas las partes involucradas.

3.     Considerar qué valores sustentamos y si realmente comulgamos con ellos. Esto deberá ir alineado a nuestras políticas, reglamentos, sanciones, etc. Ejemplos claros serían ¿debo pedir permiso o sólo avisar para ausentarme de mi lugar de trabajo por un tiempo? (por ejemplo, para ir al médico). ¿Qué tan realista o posible sería tomar descansos de manera más flexible y siempre y cuando se alcancen los objetivos organizacionales? ¿Qué tan extraordinarias son las horas extras? ¿se retribuyen de manera justa? ¿se lleva un control de las mismas? ¿bastará con que se retribuyan cada vez que ocurren?
 
 

2 comentarios:

  1. Holaa !!!

    Sabes al estar leyendo recorde lo que nos paso una vez en la empresa, a las personas se les daba toda la confianza de solo avisar y salir o si terminaban lo del dia salir mas temprano, etc.. y que fue lo que resulto: "un exceso de abuso de confianza". Por lo que dio pie a tomar otra clase de medidas y procedimientos dentro de la empresa y perder ese tipo de privilegios..por unos pagamos todos.

    Saludos.

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  2. Liz, estoy muy de acuerdo en lo que describes. En un estudio resultó que los mexicanos a nivel mundial somos de los más trabajadores. Pero claro eso hablando del tiempo que pasamos en el trabajo. Estaría bien ver qué tan productivos somos por cada hora que pasamos ahí.

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