Navegando por las redes sociales encontré este artículo / video que habla sobre la relación entre el altruismo y la felicidad... Espero les guste :)
http://videotendencias.com/video-el-altruismo-y-la-felicidad/
jueves, 28 de febrero de 2013
miércoles, 27 de febrero de 2013
Conversaciones con Peter Block en Flawless Consulting (Stuck on wants & offers / selling your services)
Leyendo el capítulo 5 de Peter Block me abrumé por tanta
información… por supuesto que esto no es una receta ni un checklist, pues de la
experiencia obtenida al ser consultor es de donde salen todos estos consejos.
Creo que algo particularmente interesante es cómo Peter fue haciendo consciente
lo que seguramente en algún momento realizó de manera inconsciente pero que fue
detonante de un éxito o de un fracaso. Esto resulta verdaderamente útil pues
nos ayuda a autoexaminar nuestra conducta respecto a la labor de consultoría
interna o externa que llevemos a cabo para determinar nuestras áreas de
oportunidad y lo que nos ha dado resultado.
También debo reconocer que en el apartado de “stuck on wants
& offers” me sentí muy identificada pues me ha ocurrido que al brindar la
consultoría no coincidimos la “cliente” y yo. Particularmente en un caso de consultoría
interna me llamó la atención el hecho de que la cliente perseguía un objetivo
muy distinto al que yo tenía en mente y obviamente eso desencadenaba en no
llegar a un acuerdo sobre los deseables y las ofertas. Para ella, el resultado
debería ser el que no le llamaran más la atención pero no el que se percibiera
mejor su servicio. Teníamos dos perspectivas totalmente distintas del problema
y por lo tanto pretendíamos aproximarlo o resolverlo de dos maneras
absolutamente diferentes.
En este caso, como lo retrata Block, incluso el lenguaje no
verbal se vio manifiesto en el nerviosismo y ansiedad por parte de las dos; a
mí me empezó a doler el estómago, ella empezó a evitarme con la mirada, en fin,
catastrófico… Considero que aquí en
parte lo que me falló fue el generar una mayor empatía con la persona y el
vender mejor mi consultoría, sobre todo en la parte de remover obstáculos como
pudieran ser el miedo a la falta de confidencialidad o por haber tenido
experiencias previas insatisfactorias.
Fuente: http://www.cartoonresource.com/archive/business/consulting/bmx159-hw.aspx
viernes, 22 de febrero de 2013
Consultoría no solicitada...
El caso que les voy a platicar es lo más cercano a lo que
describe George pues en parte la ayuda fue solicitada pero no por quien fue
ayudado o consultado… (perdón por el rollo de antemano, pero está linda la
historia).
Hace ya algunos años tuve la oportunidad de ayudar a una
chica en serios problemas. Resulta que yo acababa de ingresar a la organización
y como buena novata estaba muy nerviosa de cómo me iría en este nuevo puesto el
cual involucraba mucho contacto con jóvenes de alrededor de 18 o 19 años. Me
topé con muchísimas sorpresas agradables y también otras que me generaron un
gran susto, de la segunda categoría es de la que les platicaré…
Uno de esos primeros días, me encontraba trabajando cuando
una mamá llamó a la puerta y me preguntó por la persona que ocupaba mi puesto
anteriormente. Ante la decepción que se llevó por encontrarme de manera
definitiva en ese lugar y yo notarlo, le propuse apoyarla de la misma manera
que la apoyaría mi predecesora. De manera escéptica me platicó que su hija se
encontraba estudiando con nosotros y que estaba muy preocupada por ella pues “tenía
un noviecito que le estaba haciendo garras la vida” y quería que le aconsejara
qué hacer o que por lo menos le diera un seguimiento más cercano para posteriormente
decidir si permanecería o se regresaría a su casa (cabe recalcar que ambas son
originarias de otro estado de la República).
Le solicité que me platicara la situación y ella así lo
hizo, diciéndome que su hija era brillante, que el novio la maltrataba, que
tenía miedo de que anduviera en malos pasos por influencia del mismo, que le sacaban
el dinero que le mandaba, entre otras muchas desgracias… Mi respuesta ante esto
y al ver a esta señora muy nerviosa fue el comentarle que me estaba
incorporando, que no conocía a su hija pero que me permitiera indagar la
situación platicando con la involucrada. En ese momento pensé “puede que esté
en lo cierto y va a estar delicado el asunto o capaz que se está imaginando
cosas que no son… mejor averiguo…”
Nuevamente, de manera escéptica y sobre todo ante mi
respuesta, me preguntó “¿y no será mejor que busquemos a… (mi predecesora)?” a
lo cual le pedí me concediera el beneficio de la duda y que aunque no le podía
dar una solución, juntas seguramente la encontraríamos.
Acto seguido, cité a la estudiante con la cual platiqué… no
fue fácil pues alertada de que la mamá había ido, llegó con la espada
desenvainada. No obstante, después de una charla ligera, ella empezó a
platicarme su situación. Desgraciadamente, aunque ella no lo veía mal, la mamá
estaba en lo cierto: la chica tenía un novio que la maltrataba, le sacaba el
dinero, le quitaba el coche, entre otras muchas cosas, todo un príncipe azul.
Por supuesto que intenté preguntarle cuáles eran las razones para andar con
semejante joyita a lo cual ella me respondía que lo quería, que estaba
enamorada, etc.
Como se podrán imaginar, esto no se puede resolver en dos
citas, por lo cual le fui dando seguimiento. Hubo muchas sorpresas,
desagradables todas, en las cuales no profundizaré; sin embargo, vale la pena
decir que poquito a poco me fui ganando la confianza de las dos, de la hija y
de la mamá. Una para que me confiara sus angustias y lo que estaba pasando y la
otra para que me confiara lo más precioso que tenía, su hija. Con el paso del
tiempo y mucho trabajo de introspección
logré que llegáramos a acuerdos, primero, estar todas juntas en la oficina sin
hacer berrinches y luego realizar compromisos para tranquilidad de ambas.
Finalmente y después de muchos pleitos la chica acordó estar
bajo supervisión primero y posteriormente separarse un rato (para alejarse del
condenado novio), irse de intercambio y explorar nuevas oportunidades,
conseguir un trabajo… y así fuimos progresando.
Tuve grandes sustos pero también grandes satisfacciones con
este caso. La primera fue cuando un buen día entró en mi oficina la mamá de la
chica a decirme que “al principio no creía en mí” pero que ahora entendía que
yo estaba en el lugar que estaba por “grandes razones” y que agradecía haberme
dado la oportunidad de apoyarles. Todavía mejor fueron las dos otras
satisfacciones que siguieron: la chica rompió con el novio al irse de intercambio
y posterior a avisarle a la mamá me escribió a mí para decírmelo (¡uff!) pero
sobre todo, fui de las primeras en recibir un agradecimiento de su parte junto
con una foto de su graduación J
jueves, 21 de febrero de 2013
Inquietud
Durante la clase me surgió una duda que me gustaría platicar con todos en futuras sesiones.... Qué pasa cuando un consultor no tiene deseos de intervenir? Y sobre todo... Cómo definir cuándo NO DEBE intervenir?
Conversaciones con Peter Block en Flawless Consulting (checklist #2)
Caso “Sucesión en empresa familiar”
Checklist #2: Analizando uno de mis contratos.
1. Los límites del análisis. En el caso a comentar, se
analizó una empresa familiar en el estado de Hidalgo, una escuela. El enfoque
del proyecto fue el de estudiar cómo se le podía dar una mejor continuidad al
negocio al momento de que la directora de dicha institución se retirara, quién
tomaría las riendas y de qué manera para no perder la estabilidad. A pesar de
que se le hicieron recomendaciones al respecto, no fueron objeto de estudio el
análisis de todos los puestos y planeación del empleo, ni los problemas
particulares de la familia.
2. Objetivos del proyecto: Entre otros: 1.- Promover la continuidad
del negocio familiar, así como su planeación (+programación) y profesionalización.
2.- Generar un sentimiento de certeza respecto al futuro de la empresa (reducir
incertidumbre). 3.- Favorecer un mayor involucramiento por parte de los
distintos miembros de la familia y la estabilidad en el cambio
intergeneracional. 4.- Generar un patrón de aprendizaje para posibles casos a
futuro.
3. El tipo de información a buscar: Entre otros… 1. Estado
de la planeación estratégica de la
empresa. 2. Estructura, roles y funciones. 3. Sistema de planeación del
personal. 4. Sistema de gestión del conocimiento. 5. Entrevistas con directivos y alrededor de
tres con el personal.
4. Mi rol en el proyecto: En conjunto con otra persona
elaboramos un diagnóstico y posteriormente trabajamos en las propuestas en
conjunto con la directora (cliente) y sus dos hijos (principales involucrados).
5. Entregable: Un documento que contiene el diagnóstico de
la organización (cinco páginas más o menos) y otro documento con el plan de
sucesión propuesto a la empresa, alrededor de quince páginas (con documentos de
apoyo, formatos, etc.)
6. Apoyo por parte del cliente: Comunicar la necesidad del
plan a largo plazo. Disponibilidad (sobre todo en tiempo) para platicar
respecto al futuro de la organización. Apoyo con la familia para lograr un
mayor interés y compromiso.
7. Time Schedule: Alrededor de diez visitas a la
organización de una a dos horas cada una, repartidas en diez o doce semanas.
Tres informes previos a la entrega final, uno cada tres semanas.
8. Confidencialidad: El diagnóstico se entrega a la
dirección y las propuestas se trabajan con la misma persona como primer filtro
para posteriormente involucrar a las otras dos personas que se mencionaron
anteriormente.
9. Retroalimentación del proyecto: Al ser a largo plazo sólo
se pueden averiguar avances en la implementación del proyecto, sí se ha
realizado pero de manera informal vía correo electrónico en donde también se
aclaran dudas.
Fuente: http://www.cartoonstock.com/directory/f/family_business.asp
Me pregunto...
Estoy consciente de que me falta responder a la 2a pregunta de la semana y lo haré en un ratito, pero, precisamente buscando dentro de las experiencias que he tenido en lo que a consultoría se refiere, no me decidía y hoy por la mañana que iba a dejar a Andrés (mi hijo) al colegio, me surgió la pregunta ¿qué no como padres, fungimos en ocasiones como consultores? ¡Qué reto y proyecto más grande!
lunes, 18 de febrero de 2013
Pregunta para los lectores en blog de George Dionne…
Sobre la publicación que hizo George en su última
publicación “Una reseña de la consultoría organizacional 1ª parte” (Fuente: http://georgedionne.blogspot.mx/) debo comentar que existen muchos aspectos que
me llamaron la atención o me dejaron pensando.
Empezando por la primera etapa de una consultoría
colaborativa, la llamada “primer encuentro con el cliente”, me quedé pensando
¿qué pasa cuando el cliente no te busca? (como pueden ver, sigo con la
interrogante sobre si se puede ofrecer ayuda a alguien que no la pide…) ¿Cómo
se podría provocar un encuentro para atraer a un cliente? Digamos que yo soy
consultora y quiero ofrecer mis servicios ¿qué acciones puedo realizar o qué
condiciones puedo detonar para que el cliente vea la necesidad de solicitar mis
servicios? ¿se vale? ¿cómo lo puedo hacer de una manera responsable y ética?
Sobre la segunda etapa “propuesta y contrato” me queda claro
que hay que dejar sobre la mesa y muy claro lo que espera cada uno y sobre todo
involucrar a la dirección pues sin ellos las personas probablemente no se
comprometan con el proyecto.
Respecto a la tercera etapa “descubrimiento” debo reconocer
que lo que siempre me ha dado un poco de miedo es descubrir que la situación
está mucho peor de lo que yo imaginaba y de darse este caso me pregunto ¿cómo
informar de esto a quien me contrató? ¿cómo presentarle los datos fríos sin que
piense que el consultor está pensando en alargar el proyecto o cobrarle más de
lo que se necesita? Creo que todo tiene relación con el vínculo de confianza
que se haya establecido desde un principio, no obstante, me sigue generando algo
de ansiedad el que se presentara esta situación.
Alrededor de la etapa de “diseño y acciones” he pensado que
lo fundamental es que los involucrados participen, todos los que se podrían ver
afectados. Considero que en la medida en que “hagan suyo” el proyecto, se
comprometerán más o por lo menos se resistirán menos al cambio. Otro aspecto
que me parece fundamental es el de asignar responsables desde un principio,
dejarlo muy en claro, para que con el paso del tiempo se le pueda dar seguimiento
(lo que nos llevaría a la siguiente etapa ¿cierto?)
Finalmente, al hablar de la etapa de “continuidad y
evolución” lo que me vino a la mente es lo importante que era la misma y que
desgraciadamente muy pocos consultores la llevan a cabo. Podría ser por interés
de que les siguieran llamando para proyectos, por desidia o por falta de
continuidad dentro de las mismas organizaciones. No obstante, esta etapa es la
base de un mayor aprendizaje y desarrollo organizacional. Este aspecto es
trascendental y considero que si el consultor hace bien su trabajo creará un
vínculo a largo plazo con la organización la cual apreciará la honestidad del
mismo y de presentarse nuevamente la situación de la que sufría cuando éste
intervino, sabrá cómo resolverlo, no tendrá que “reinventar la rueda”.
Fuente: http://www.toothpastefordinner.com/archives/2010/Oct/
miércoles, 13 de febrero de 2013
Conversaciones con Peter Block en Flawless Consulting (cap.3)
No cabe duda que uno continúa aprendiendo siempre y
conceptos que crees haber comprendido desde el principio, los “re-descubres” a
medida que vives nuevas experiencias. Desde la sesión anterior en que
discutimos las ventajas y desventajas de la consultoría interna vs la externa
me quedé reflexionando y aunque hay cosas que prefiero comentar en clase más a
fondo, rescato lo que más impactó mi vida
en estos días. Me refiero a dos puntos:
“Being authentic.” Por supuesto que todos siempre coincidimos
en que ser auténticos, honestos y decir las cosas abiertamente es lo ideal.
Personalmente comulgo con esta idea pero suelo tener dificultad para ponerlo en
práctica sin meterme en problemas. No siempre lo que pienso es bien recibido,
posiblemente no aborde correctamente el momento o la manera en que lo digo no
sea la adecuada. Tengo la sensación de que, en ocasiones “me paso de franca”.
He estado trabajando en cómo abordar ciertos temas y he descubierto que muchas
veces incluso entre amigos es muy complicado. Ahora bien, si entre amigos, que
se supone que uno debería de tener la confianza de decirse la verdad de frente
es duro, entre colaboradores, sobre todo como consultor interno, lo es aún más,
pues intervienen cuestiones de clima organizacional, de miedo por malentendidos
o en el peor de los casos, hasta por perder la chamba. También por eso creo que
el averiguar el “clima político” del que habla Block en la fase de
descubrimiento es muy importante.
“The right to fail.” Coincido completamente con el autor en
que a pesar de la obligación de rendir cuentas sobre el proceso que hemos
seguido, existe el derecho a equivocarse pues existen muchas variables que
podrían alterar los resultados. Algo particularmente interesante y que no había
pensado, es en el derecho del gerente de fallar. Considero que frecuentemente somos
muy intolerantes a este respecto, lo “tomamos muy a pecho” como si en nuestras
manos estuviera el salvar a la organización por completo. Desgraciadamente,
pese a la proactividad que mostremos, en ocasiones no es nuestro trabajo
salvarla, y podemos salir raspados en el proceso.
viernes, 8 de febrero de 2013
Sesión con Carlos Nieto
Me encantó la sesión de ayer, habiendo leído a Peter Block,
con las experiencias personales y con la experiencia que nos aportó Carlos
Nieto, creo que se generó una excelente dinámica. Me parece difícil resumir
todos los puntos que tocamos pero los que más llamaron mi atención fueron dos:
-En ocasiones, pequeños cambios estructurales pueden
favorecer a un cambio de comportamiento y percepción en la gente muy grande. (Me hizo llegar con ojos distintos el día de
hoy a la oficina, cuestionando las estructuras, muros, puertas, etc. y cómo
podrían estos elementos ayudar u obstaculizar nuestra convivencia diaria.)
-Las herramientas son sólo eso, herramientas. El chiste está
en quien las utiliza y cómo las utiliza. (El mito de todos esos fabulosos
modelos, formatos, etc. que en ocasiones parecería que van a resolver la dura
realidad de la empresa pero por alguna razón no cumplen con su cometido.)
-Para ayudar a alguien que no quiere ser ayudado o no
reconoce necesitar ayuda, hay que hacerle ver la realidad, los hechos (cifras,
imágenes, etc.) (Personalmente tenía un interés especial en esta pregunta, ya
les comentaré en clase…)
-Siempre hay que interesarse primero en la persona en lugar
de querer “encontrar al cliente”. (Ufff… ni qué decir de ésta, si todos los
consultores pensaran así, éste sería otro país jajaj… totalmente de acuerdo y
hay que mantenerlo siempre presente.)
Personalmente aprendí muchísimo, creo que el tema de la
consultoría es muy interesante y nos falta mucho por saber al respecto, por lo
cual me quedo muy contenta y con ganas de seguir leyendo, compartiendo,
discutiendo e intercambiando opiniones
al respecto. ¡Padrísimo!
martes, 5 de febrero de 2013
Conversaciones con Peter Block en Flawless Consulting
Leyendo a Peter Block la semana pasada me quedé pensando en
lo importante que es recordar ciertos conceptos fundamentales para no perder de
vista el objetivo principal de la labor de consultoría. El rol del consultor y
del cliente es uno de los aspectos a los que debemos regresar pues suelen
olvidarse generando así una experiencia de poco aprendizaje y crecimiento,
dejando insatisfechas a todas las partes involucradas.
¡Qué difícil es no querer ocupar el lugar del otro! La
diferencia entre consultar y ejecutar. Los cambios deben ser propuestos pero no
ejecutados por el consultor, cada quien debe realizar su trabajo. Esto es muy
difícil, pues en ocasiones uno tiende a llegar con una especie de “propuesta
mesiánica” como si los clientes no tuvieran ni idea de su propio negocio, de lo
que tienen que hacer y que lo tienen que
hacer ellos mismos. Es un problema de definición de rol y en ocasiones de
arrogancia. Confieso que en muchas ocasiones sufro de ser “metiche”, y me
gustaría tener el poder de cambiar ciertas cosas cuando lo único que me han
pedido es un consejo.
En este apartado me parece apropiado mencionar el rol que
normalmente asumo yo cuando realizo una labor de consultoría o ayuda: desgraciadamente mi inclinación siempre
es a la del experto, por lo menos en un principio. Aun cuando con el paso del
tiempo me he vuelto más cautelosa, intentando descifrar la organización y lo
que necesita sin anticiparme, creo que si me dejan, funjo con este papel casi
maternal. Por supuesto me doy cuenta de que lo anterior no siempre es lo
adecuado y procuro, desde un principio marcar la manera en que se manejará la
relación de consultoría; sin embargo, reconozco que a veces me desespero y
caigo en la tentación. El problema es
que, como bien lo describe Block, esto puede generar una falta de
involucramiento por parte del ejecutor/gerente y no se desarrollan las
habilidades para resolver un problema similar en un futuro. De querer
desarrollar alguna postura, me parece que seleccionaría la del trabajo
colaborativo pues independientemente de sus defectos lleva a un mayor
compromiso y soluciones efectivas más a largo plazo.
Cabe recalcar que este compromiso deberá ser de los dos pues
también he visto que en ocasiones, la postura más cómoda para el cliente es el
de no querer asumir riesgos y tomar las decisiones para así poder decir “la
culpa la tuvo el consultor” “él me dijo”.
Por esta razón se tiende a querer trasladar el poder al experto en el
tema cuyo trabajo es aconsejar mas no ejecutar.
Parece mentira que
hasta para ser clientes hay que aprender, ni qué decir de las habilidades del
consultor. Esta parte también me pareció fundamental, pues en la mayoría de las
ocasiones el foco está puesto en el “expertise”, habilidades técnicas y si bien
nos va, en las de consultoría. No obstante, suele suceder que no le damos la
importancia a las habilidades interpersonales, a escuchar sin realizar juicio
previo, a confrontar y a ser asertivos. Peter Block curiosamente las coloca
entre las habilidades técnicas y las de consultoría, lo cual no veo como una
coincidencia sino como un sentido lógico pues éstas deberán apoyar al consultor
a desarrollar los primeros y últimos aspectos. Sin las habilidades
interpersonales, es muy frecuente encontrar consultores muy sabios, lógicos en
su proceso de contratación, descubrimiento, retroalimentación y decisión, pero
sin clientes. Me parece que estas
habilidades son tan importantes que constituyen un pilar para la creación de
confianza y de orientación al cliente (características del lado afectivo de la
relación consultor-cliente).
Finalmente, un aspecto muy importante dentro de la labor de
consultoría es el de conocer las expectativas del otro. Personalmente, este
inicio del procedimiento me parece clave. En muchas ocasiones “adivinamos” que
el otro quiere o necesita una solución para determinado problema cuando en
realidad el consejo lo está pidiendo con otro fin. Esto me parece importante en toda relación, no
sólo en la de consultoría. Incluso al buscar pareja o amigos, es trascendental
el poner las cartas sobre la mesa ¿qué se quiere lograr? ¿se quiere cambiar
algo? ¿en qué puedo ayudar yo? ¿en qué me puede ayudar el otro?
Lo anterior me da pauta para comentarles una anécdota
personal. Resulta que siendo novios, mi marido y yo tuvimos una disputa (casi
no sucede ¿verdad?) sobre el tiempo asignado a proyectos, diversión, etc.
Mientras él me intentaba decir que quería cumplir con su trabajo sin ayuda, yo juraba
que entrometiéndome para hacerlo más rápido entre los dos provocaría que
termináramos más rápido para poder aprovechar el tiempo libre en viajar, ir al
cine, a fiestas. Para mí era muy lógico hasta que un día él, desesperado por no
poder concluir un trabajo sin que yo anduviera de metiche, me pidió que lo
dejara tranquilo. Obviamente ofendida, me fui a la universidad en donde
platiqué con un amigo del cual, hasta la fecha, procuro recordar sus sabias
palabras: “a veces creemos que amamos a otra persona porque le procuramos con aquello
que creemos quieren o estamos dispuestos a darle, sin pensar que amarla significa
entender lo que ellos verdaderamente quieren o necesitan a pesar nosotros…”
Definitivamente se trató de una sabia lección que es aplicable a toda relación,
amorosa, de amistad o incluso de consultoría.
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